
Uno de los pueblos más deliciosos que podemos encontrar en la costa catalana es justamente Sitges. Situado tras las montañas del macizo del Garraf y siendo la puerta de entrada de las playas que llegarán hasta Tarragona, este pequeño pueblo se ha ido construyendo a si mismo con el paso del tiempo, y puedes encontrar en él decenas de rincones que harán las delicias de aquellos que buscan playa, pero algo más, o aquellos que buscan cultura, pero algo más.
Sitges es ante todo famosa por su festival de cine, que anualmente conjura a miles de visitantes. Estos se van apilonando por sus calles medievales: estrechas y laberínticas, pero que a la vez mantienen el paso del sol mediterráneo entre balcones y terrazas de bares y tiendas. Así, una de las principales atracciones de los visitantes de Sitges es justamente pasear por los barrios antiguos, dónde en verano uno se puede esconder del calor tomando algo en sus terrazas, o, por el contrario, saliendo a su paseo marítimo en busca del sol durante los fríos días de invierno.
La combinación de este aspecto cultural y de la playa en sí no es nuevo, en otros tiempos fue un lugar de veraneo y de fiesta para los burgueses de Barcelona, que trajeron hasta Sitges sus bailes de máscaras, sus fiestas literarias y todo un movimiento artístico que se nota por las calles, dónde no solo encontrarás los típicos puestos de pueblo costero, también hay museos, galerías de arte, y librerías.
Si lo tuyo es la playa, una de las más famosas y preferidas de los barceloneses también es la de Sitges. En ella encontrarás un espacio privilegiado, con vistas a su iglesia, que corona una pequeña ondulación del terreno, además de espacio para poder tomar el sol, comer, relajarse o disfrutar de un paseo cuando cae el sol por su largo y casi eterno paseo marítimo.
Para aquellos que deciden buscar hoteles en Sitges, y hacer de este municipio su base para excursiones y turismo en Barcelona, se encontrarán conexión con transporte público a la gran ciudad, así como lugares más que famosos de la zona a poca distancia, tales como Montserrat, Port Aventura, la zona vinícola del Penedès o incluso los propios Pirineos. Sin duda, un punto central en el mapa que permite poder disfrutar de múltiples opciones para los visitantes más exigentes.
En resumen. Sitges puede ser una gran opción para aquellos amantes de la playa que buscan algo más que hacer que el simple tomar el sol, pero que al mismo tiempo quieren playas de calidad y todos los servicios de las mejores playas del mundo. A la vez, la oferta cultural y la rica tradición arquitectónica e histórica de Sitges proporcionan, combinado con sus festivales y galerías de arte, un enfoque diferente a lo que sería el turismo puramente de playa. Todo esto, a un tiro de piedra de una ciudad como Barcelona, repleta de infinitas ofertas para todo tipo de visitantes. Toda una opción a tener en cuenta.