
La ciudad Condal ya se prepara para le llega del verano. Esta ciudad mediterránea es famosa por su gran volumen de turistas que la visitan durante todo el año, pero es cierto que estas cifras se disparan durante el verano, cuando son millones las personas que se acercan a la ciudad de la Sagrada Família y el Camp Nou. Pero más allá de sus atractivos más conocidos, la ciudad también tiene muchos rincones para poder visitar.
Barcelona, al contrario que muchas otras ciudades europeas, no tiene concentrados todos sus lugares turísticos en una zona concreta, toda la ciudad esta repleta de lugares hermosos y llenos de historia. Esto es una bendición a la vez que un suplicio, ya que es complejo poder llegar a verlo todo, que hacer en Barcelona se vuelve un gran reto, no por falta de opciones, al contrario, por la gran oferta y lugares para visitar.
Por eso, es habitual que los turistas adquieran bonos para el transporte público más popular de la ciudad: el metro. Podemos afirmar sin lugar a dudas que el suburbano de Barcelona llega absolutamente a todos los rincones interesantes de la ciudad, es rápido, no excesivamente caro, y muy bien organizado, lo que hace de él una herramienta perfecta para poder visitar la ciudad sin mayores problemas.
Otro de los principales atractivos de la ciudad que existen durante el verano y que desaparecen por el clima adverso en el invierno son las terrazas. Aunque las normativas de las autoridades municipales se han ido modificando con el tiempo en este punto, lo cierto es que tomar alguna cosa y tapear en una terraza en las calurosas noches de verano de Barcelona es uno de los argumentos inmateriales más potentes de la ciudad, y todo un clásico, que sorprende mucho a los turistas venidos de latitudes dónde el espacio público no tiene tanta importancia como si lo tiene en las sociedad mediterráneas.
Por todo esto, la encantadora ciudad de Barcelona ya preparar todas sus galas para recibir a los miles de turistas que la visitaran este verano, y que harán de sus playas y principales monumentos un hervir de gente de un lado para otro. No es para menos, Barcelona, después de las Olimpiadas del lejano 1992, se ha ido convirtiendo poco a poco en uno de los destinos más preciados y consolidados del turismo a nivel mundial, de hecho, en los últimos años también ha crecido aún más el turismo gracias al efecto de los cruceros.
En este punto, el puerto de Barcelona ha sido el «dormitorio» para los barcos de crucero más grandes de todo el mundo, haciendo que de la noche a la mañana, la ciudad creciera de población en términos de miles de habitantes. Todo un nuevo reto a nivel de recursos y de capacidad para una ciudad que ya empieza a notar los efectos del sobreturismo, pero que ha sabido adaptarse y sacar lo mejor de sus propios visitantes.
En resumen: se acerca el verano y con él el turismo, y ciudades como Barcelona ya están listas para recibir a todos esos habitantes del globo que quieren pasar unos días en una de las ciudades con más vida, cultura e historia del sur de Europa.