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Altafulla, patrimonio de la humanidad

Muchas veces realizamos viajes lejanos buscando monumentos y lugares legendarios, cuando en realidad tenemos mucho patrimonio por descubrir bien cerca. Uno de estos lugares es el pueblo catalán de Altafulla, en la famosa Costa Daurada. Si bien toda esta zona es bien conocida por sus playas y también por el parque de atracciones Port Aventura, lo cierto es que toda la zona también tiene un gran patrimonio cultural por descubrir. Hay que recordar que Altafulla está a pocos kilómetros de Tarragona, ciudad espectacular y con un gran patrimonio arqueológico, ya que la ciudad fue capital del antiguo Imperio Romano. De esta proximidad, no es de extrañar que Altafulla también tenga un gran patrimonio por descubrir.

Concretramente, la villa Els Munts, fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, y se trata de los retos de una antigua villa romana de gran importancia, tanto por su estado de conservación como también por su grandiosidad. Así que si eres de los que le gustan y fascinan los yacimientos romanos, esta es sin duda una gran oportunidad para combinar el descanso con la historia más antigua. Una oportunidad para que te dejes llevar por las historias de aquellos antiguos romanos, base de lo que es hoy la población de gran parte de Europa y del mundo.

Pero si te gusta la historia, Altafulla te depara también otros secretos, por ejemplo el Hotel Gran Claustre Altafulla, que curiosamente es considerado como un hotel monumento, ya que uno de sus edificios data del siglo XVIII, siendo también declarado como bien de interés nacional. ¿Que se puede hacer en un hotel histórico? Pues a parte de disfrutar de la tranquilidad de la zona, también puedes disfrutar de lo más moderno y actual: spa, jacuzzi, etc. Sin dudarlo, puede ser una gran opción para escapadas románticas, de aquellas que hacen llenar las relaciones de momentos especiales transcurridos juntos.

Con todo, las opciones para disfrutar de una escapada de relax, combinada con la cercanía de la costa (y sus playas) así como de los valores cultural e históricos que nos puede deparar el territorio, es una forma de turismo que puede ser más interesante de lo que pensamos, y que nos llevará a la combinación del lujo y los servicios más modernos, con el disfrute de aquello más antiguo. No deja de ser curioso el que podamos estar disfrutando y descansando en el mismo lugar dónde ya en aquellos remotos tiempos del Imperio Romano, nuestros antepasados hicieron exactamente lo mismo.

Esto nos puede llevar a la conclusión, acertada, que en el fondo pasan los siglos pero los lugares y las personas no cambiamos tanto. Una reflexión que podemos hacer justo paseando entre los retos de aquella villa romana construida justo en la misma zona, y que ya nos indica lo fabuloso del entorno, si ellos lo escogieron, nosotros también podemos disfrutar de la oportunidad de repetir sin mayores problemas. En conclusión: Altafulla nos puede deparar fácilmente gratas sorpresas más allá de la típica playa o parque de atracción.