
Hay ciudades de lo que se ha denominado cinturón urbano, que viven a caballo entre el orgullo y el estigma de vivir ligadas a la actividad de la gran ciudad. En el caso de Barcelona, encontramos estos mismos ejemplos en ciudades como L’Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs, Montcada i Reixac y Esplugues de Llobregat, todas ellas con frontera natural con la Ciudad Condal.
Así, todas estas poblaciones viven con la consideración directa de ser “ciudades dormitorio”, hecho que ha servido por otra parte para que los pisos de alquiler en Santa Coloma de Gramenet o las casas en venta en Esplugues se oferten con la misma consideración y calidades que se hace con otros barrios periféricos de Barcelona, pero que también les ha despojado en cierta medida de personalidad propia.
No obstante, todas estas ciudades tienen su encanto, historia y tradición que desde aquí queremos hacer visibles.
Imagen: Wikipedia
L’Hospitalet: el dormitorio más grande de España
L’Hospitalet, con más de 250.000 habitantes se ha ganado por méritos propios ser la ciudad dormitorio por excelencia del país. Hecho al que no solo le respaldan este alto número poblacional, sino otros datos demográficos como su altísima densidad, con más de 20.000 habitantes por kilómetro cuadrado, o el hecho de colarse entre las 10 ciudades más pobladas de España en décima posición, siendo la única localidad no capital de provincia que ocupa este particular ranking.
Que de una acera a otra esté la diferencia entre vivir en L’Hospitalet o vivir en Barcelona es uno de los principales factores de tanto atractivo, pero su calidad de vida, sus numerosos servicios y cómo ha entrado de pleno en la modernidad propia del s.XXI con su elegantísimo distrito financiero, son otros puntos a favor de revindicar a L’Hospitalet como una localidad con personalidad propia.
Santa Coloma: tradición y refugio del sur
De la cara oeste a la cara este, o lo que es lo mismo: del lado Llobregat al lado Besòs. Al otro lado de este río que ha ganado notablemente en protagonismo con la creación de su parque fluvial y con la delimitación de sus márgenes, nos encontramos con la ciudad de Santa Coloma, donde miles de andaluces y extremeños encontraron refugio a los largo del s.XX.
Este hecho le ha dado a Santa Coloma un carácter típicamente sureño, con tradiciones que la hermanan con otros pueblos y ciudades del sur. De hecho, fue en esta localidad donde se comenzó a celebrar la popular Feria de Abril que hoy ocupa el Fòrum, a imagen y semejanza de la celebrada en Sevilla.
Pero no sólo de tradición vive la Santa Coloma del s.XXI: esta ciudad tal como ha apostado L’Hospitalet, se ha acelerado en la tarea de dejar la impronta de modernidad en su skyline con obras de los más prestigiosos arquitectos de la actualidad, como su colorista centro deportivo municipal, sus juzgados o las edificaciones de VPO que decoran la orilla del río Besòs.
Sant Adrià: el último ejemplo de reconversión
El fenómeno gentrificador no siempre tiene que tener una connotación negativa para los vecinos ni se tiene por qué producir sólo en un barrio concreto a la espera que suceda en el siguiente. Ejemplo de ello es el municipio de Sant Adrià de Besòs.
Sant Adrià tuvo su propia reconversión gentrificadora a la sombra del Fòrum de las Culturas de 2004, celebrado entre sus lindes aunque de autoría barcelonesa. Este evento le dejó en herencia un modernísimo puerto deportivo y un frente marítimo notablemente embellecido.
Pero estas acciones urbanísticas reconversoras no acabaron tras este evento mundial: la reconversión de los márgenes del Besòs, el embellecimiento de su cauce con la creación del parque fluvial y el traslado de varias sedes de la Universidad de Barcelona a sus terrenos colindantes han traído notable vida a esta población de apenas 40.000 habitantes y un nuevo perfil social del que sus emblemáticas chimeneas de la Central Eléctrica, ya no son tan representativas.