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¿El viaje más caro del mundo?

Cada vez son más personas las que realmente pueden acceder al placer que es viajar. En tiempos pasados, viajar solo estaba reservado a personas de mucho dinero, ya que los vuelos y los alojamientos eran muy costosos. Pero como todo en la vida evoluciona, en las última décadas se ha ido desarrollando todo un tipo de turismo de masas, que ha hecho que esos precios antaño tan altos, se hayan ido rebajando, hasta el punto que ahora no solo son los ricos los que viajan, más bien son casi el total de personas. Con un poco de ahorro se puede viajar modestamente, y muchos jóvenes son los primeros en inventarse fórmulas para poder viajar a bajo coste.

La popularización de vuelos baratos también ha hecho que hecho que viajar sea mucho más asequible, pero incluso para los que no pueden permitirse un extra para un viaje, muchos prestamos personales se han orientado justamente hacía el viajar y relajarse. La vida diaria de la sociedad actual impide poder descansar y desconectar con cierto alivio, y por ello, los viajes ya no son simplemente un capricho, también son una necesidad para poder afrontar en condiciones los retos que nos plantea nuestra vida diaria. En este sentido, son muchos los indicadores que nos llevan a pensar que es del todo necesario una etapa anual de descanso y de desconexión, que cada vez se hace más complejo realizarla cerca de tu casa y lugar de trabajo.

Por eso mismo, no es ningún secreto que en las próximas décadas el turismo se centre justamente en fórmulas que permitan a los viajeros una desconexión total, ya que incluso cuando viajamos lejos, nos encontramos con los problemas relacionados con estar de forma permanente conectados al teléfono móvil y por tanto a los problemas y dinámicas que tenemos en nuestro lugar de origen, y que van en contra, justamente, de las necesidades que nos marca el viajar y parar el tiempo por unos momentos.

El estrés ya es una de las principales causas de trastornos y de degeneración de nuestro cuerpo, por ello, se debe iniciar una etapa de reflexión amplia sobre los sobre esfuerzos que estamos llegando a realizar de forma psicológica y física en nuestra vida diaria, y que nos puede llevar a límites que si bien aceptables, debemos luchar por mantener lejos de los habituales estándares que conlleva una vida saludable y plena.

Por todo ello, el viaje más caro del mundo es justamente el no viajar, ya que nos supone unos costes añadidos a nuestra propia persona, unos costes físicos y psicológicos que serán del todo irreversibles si no utilizamos y nos exigimos poder desconectar de vez en cuando, haciendo por tanto mucho más tranquila nuestra existencia.