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El lejano oriente sigue de moda

Aunque los principales destinos del turismo mundial suelen cambiar poco, dónde los gustos, tendencias y modas se ven mejor y más reflejadas son justamente en las opciones que se salen de aquello que visita todo el mundo, y uno de los grandes clásicos es el lejano oriente. Países como Japón, China o incluso un viaje a Tailandia siguen siendo una de las opciones más deseadas por los turistas de todo el mundo, y hacen que el número de visitantes a los países asiáticos se haya disparado.

No es para menos, la infraestructura hotelera y de servicios turístico no ha hecho más que crecer, y pequeños y grandes países de Asia ven en el turismo una fuente de entrada de divisas que refuerza de forma más que evidente sus economías, ayudando a consolidar esa economía o generando balanzas positivas en sus cuentas. Si el turismo ya es uno de los principales motores económicos de países punteros de todo el mundo, en Asia está pasando justamente lo mismo. Además, la seguridad ha aumentado de forma considerable en la mayoría de países, y ante el temor de los visitantes occidentales, muchos de los países de Asia resultan ser más tranquilos y seguros que sus propios países de origen.

Quizá viene bien focalizarnos en los países que más de moda están en los últimos años: Tailandia, Singapur, Filipinas o Vietnam son sin duda los cuatro países que han visto crecer de forma desmedida el turismo en sus calles. Los visitantes de todo el mundo han descubierto en las riquezas culinarias y en sus enredadas calles un sin fin de nuevos destinos atractivos para salir de los monótonos países y ciudades que siempre se acaban visitando de forma cíclica, y que están lejos del contacto con culturas totalmente diferentes como lo son las asiáticas.

Aun así, como decíamos, el turismo es bien recibido por sus habitantes, lo que hace que el turista encuentre también una población abierta al turismo, que lejos de molestarle les gusta, porque dejando de lado el factor económico, también les aportan una mirada al mundo diferente, que enriquece también el país. Aunque para un visitantes occidental la mayoría de países asiáticos sean iguales, esto es del todo falso. El nivel de desarrollo de los países asiáticos puede ser muy desigual, y en el aspecto lingüístico y cultural las diferentes son totales y absolutas, aunque haya una tendencia clara a la occidentalización, este proceso es diferente y singular en cada país, y al igual que existen sendas diferencias entre Japón y China, también existen estas distinciones entre los otros países de la zona.

En resumen: los viajes a Asia siguen siendo atractivos, están de moda y van a más. Proporcionan al viajero curioso unos destinos diferentes y únicos en los que poder desconectar totalmente de su vida diaria, y en los que si bien en un primer momento puede parecer que las diferencias culturales son muy grandes, siempre existe una buena oportunidad para que estos efectos no sean del todo así, y por tanto, la experiencia sea significativamente positiva.