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El turismo interno gana adeptos

Uno de los países, por no decir el país, con más turismo del mundo es Francia. Ya hace muchas décadas que Francia decidió apostar por el turismo de forma decidida, y elaboró un riguroso plan para que cada pueblo, grande o pequeño, tuviera alguna cosa que mostrar a visitantes, así como restaurantes, hoteles y todo lo necesario para que cuando llegaran estos visitantes pudieran estar satisfechos de la visita. Una vez realizado esto, una serie de políticas y publicidad en el propio país propiciaron que los propios franceses sean los que más visitan sus propias ciudades.

El ejemplo de Francia es quizá uno de los más famosos, pero en España también se han realizado políticas similares. En los años 60 España se habría al mundo y gracias a las divisas que los extranjeros dejaban en las arcas se fraguó un progreso económico general.

En la actualidad, con los vuelos low cost, viajar está a la mano de todos, es bastante fácil encontrar hoteles que respondan a nuestras necesidades económicas, y así poder disfrutar de unas vacaciones, unas escapada o simplemente un poco de diversión siempre que sea necesario.

De hecho, uno de los principales elementos que se han podido observar después de la crisis del 2007-08, es justamente la subida escalonada del turismo interno. Si bien viajar a lejanos pases es caro, poder visitar tu propio país es bastante más barato, los requisitos culturales no son tan grandes, y en general, puedes descubrir grandes tesoros muy cerca de tu lugar habitual de residencia. Esto hace que el turismo interior se haya vuelto la opción más deseada y con más crecimiento en los últimos años.

No es para menos, en el momento en que reducimos los gastos derivados del viaje, podemos aumentar el número de días de estancia, además de tener una información más fiable de los hoteles, prácticas y formas de hacer. No es lo mismo viajar al lejano oriente, que hacerlo a otra zona de tu propio país.

Además, este tipo de turismo también ofrece dimensión diferente, ya que por ejemplo viajar con niños se hace más fácil, al poder disponer de los productos, farmacias y elementos a los que nuestros hijos están acostumbrados, reduciendo de forma significativa el estrés de los adultos del grupo.

Por tanto, las ventajas que podemos encontrar en el turismo interno son múltiples y variables. Quizá lo más llamativo es la reducción de los costes, pero lejos de ser el único argumento, como hemos visto, podemos descubrir otros aspectos que también se hacen del todo interesantes en el momento de viajar.