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¿Nuevos estados débiles o fallidos?

Los Estados débiles o fallidos suponen un reto para la comunidad internacional ‘. Bajo esta premisa el Fund for Peace (Fondo para la Paz, FFP) elabora desde hace doce años el índice de los estados frágiles. Analizan la situación de 178 países basándose en sus niveles de estabilidad y las presiones que afrontan.

El objetivo de este informe, elaborado por la plataforma de análisis Conflict Assessment System Tool (CAT) del Fondo, quiere ser una herramienta que permita poner de relieve no sólo las presiones normales que experimentan todos los países, sino también identificar cuando estas presiones empujan convertir un país en un estado fallido.

Ya que vivimos en un mundo interconectado, las presiones sobre un país frágil pueden tener graves repercusiones no sólo para este país y sus ciudadanos, sino también por sus vecinos y otros países en otras partes del planeta, advierte el informe, incidiendo en que las líneas de división surgen por motivos como el idioma, la religión, la casta o la zona de origen y pueden generar conflictos.

En opinión de los autores del índice, las razones por la debilidad y el fracaso de un estado son complejas pero no impredecibles, hay que seguir muy de cerca las condiciones que contribuyen a la fragilidad y estar preparados para actuar. En la elaboración de la clasificación, el Fondo para la Paz analiza millones de documentos cada año con el objetivo de extraer datos que permitan puntuar los países según los indicadores políticos, sociales y económicos y más de un centenar de sub- indicadores.

En 2016, 78 países mejoraron su puntuación, 77 el empeoraron y 23 no registraron cambios. Este resultado es peor que el del año anterior cuando hasta 108 países mejoraron y sólo 52 empeoraron.

Según el Fondo para la Paz, la situación actual es muy preocupante, empezando por la crisis de refugiados en Europa y pasando por los conflictos en Siria, Yemen y Libia, así como la amenaza que suponen en varios países las organizaciones como Estado Islámico o Boko Haram.

El listado de países más frágiles la encabeza Somalia y continúa con Sudán del Sur, República Centro-africana, Yemen, Sudán, Siria, Chad y República Democrática del Congo, países que se consideran que están con una alerta muy alta. Los siguen Afganistán, Haití, Irak, Guinea, Nigeria, Pakistán, Burundi y Zimbawe con una alerta alta.

La otra cara de la moneda es Finlandia, país el cual el índice califica de ‘muy sostenible’ y al que siguen Noruega, Nueva Zelanda, Dinamarca, Suiza, Australia, Irlanda, Suecia, Islandia y Canadá.