
Seria pecado visitar Múnich y no pasar por Residenz, es sin duda el sector más antiguo de la ciudad de Múnich. En la cara norte de Max-Joseph-Platz, se sitúa este sector, el enorme palacio que albergó a los gobernantes Bávaros desde 1385 a 1918. Las alas añadidas que se enclavan hacia el norte, fueron añadidas para crear patios interiores, los del Emperador, el Boticario y la Fuente y otros dos más pequeños, la Capilla y El Tratado del Rey. Hay entradas separadas a las diversas atracciones de la Residenz: Max-Joseph-Platz, en el sur, Residenztrasse al oeste y Hofgartenstrasse hacia el norte. Para continuar el recorrido a pie se tiene que dirigir hacia el norte por Residenzstrasse.
Algunas cosas que debes ver en El Residenz de Múnich
Residenzmuseum. Sin duda uno de los museos más importante de Múnich, en él encontraremos los tesoros de la dinastía Wittelsbach, los cuales están expuestos en un laberinto de unas 130 salas. Este museo es tan grande que está dividido en dos secciones. El cercado Patio de la Gruta, uno de los primeros sitios que podremos ver al entrar, muestra la maravillosa Perseusbrunnen, a su lado ocupa sitio el Antiquarium, un pasillo profusamente decorado semejante a un túnel, fue construido para albergar la enorme colección de antigüedades de los Wittelsbach. La Galería Ancestral dispone de 121 retratos de los gobernantes de Baviera, las espectaculares pinturas de Carlomagno y Luis de Baviera son las mas grandes. la Schlachtensäle, o Sala de las Batalla, las Cámaras de la Porcelana, con su colección de servicios del siglo XIX, entre lo más destacado y las Colecciones Asiáticas, con lacados tapices y alfombras, no nos dejaran defraudados.
Uno de los lugares más visitados del Residenzmuseum, y del cual la ciudad de Múnich está orgullosa, es El Tesoro de la Residencia, este espacio muestra una impresionante colección compuesta de joyas, piezas de oro ornamentadas y una gran cantidad de objetos precioso, destacar los altares portátiles, las joyas de rubíes de la Reina Teresa o las exóticas piezas de artesanía, provenientes de Turquía, Irán, México o India. La Residenz también alberga uno de los mejores teatros denominados ro-coco de toda Europa, el Antiguo Teatro de la Residencia, conocido también como teatro Cuvilliés, nombre del arquitecto belga François Cuvilliés.