
Cuando piensas en la contaminación probablemente imaginas una ciudad llena de humo, o un océano ahogado en plástico. Pero la contaminación se extiende más allá de lo que hay en el aire y en el agua. La contaminación acústica, el ruido con el que vivimos todos los días, es un problema creciente, y está afectando nuestra audición. No es sorprendente que la contaminación acústica sea particularmente mala en las ciudades. Un estudio reciente encontró que Guangzhou en China tenía la peor contaminación acústica, mientras que Zurich en Suiza tenía menos. El índice auditivo mundial fue creado por los fundadores de la aplicación de audición digital Mimi Hearing Technologies GmbH. Analizaron los resultados de las pruebas auditivas de 200.000 de sus usuarios.
Ellos combinaron sus resultados con datos sobre la contaminación acústica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como de SINTEF, una organización de investigación con sede en Noruega, y lo utilizó para trazar la contaminación acústica en 50 ciudades diferentes.
Delhi fue la segunda peor ciudad por contaminación acústica, seguida por El Cairo, Mumbai, Estambul y Beijing.
Barcelona, una de las dos únicas ciudades europeas que figuran en el peor de los 10, se ubicó en el séptimo puesto, mientras que las ciudades capitales, Ciudad de México, París y Buenos Aires se ubican respectivamente en 8ª, 9ª y 10ª posición.
Las cinco ciudades más tranquilas de Europa fueron: Zurich, Viena, Oslo, Munich y Estocolmo.
Otras tres ciudades alemanas figuran en el top 10 más tranquilo, Düsseldorf en el sexto lugar, Hamburgo en el 7º puesto y Colonia en el noveno puesto. Portland llegó en octava y Amsterdam llegó en 10mo lugar.
Las fuentes típicas de contaminación acústica son el transporte, como el tráfico por carretera, ferroviario y aéreo, la construcción y la industria, y las radios y televisores que se emiten en tiendas, restaurantes y bares.
Pérdida de la audición
El problema con la contaminación acústica es que contribuye a la pérdida de audición.
De acuerdo con la OMS, 360 millones de personas en todo el mundo tienen discapacidad auditiva, y 32 millones de éstos son niños. La OMS dice que la exposición al ruido excesivo es una de las causas.
El estudio de Mimi encontró que el habitante promedio de la ciudad tiene una pérdida auditiva equivalente a 10-20 años mayor que su edad real.
Los residentes de Viena, Austria, tienen la menor pérdida auditiva proporcional a su edad, con una pérdida auditiva media de 10,59 años.
El ruido ambiental no es el único problema
Sin embargo, el ruido ambiental no es el único factor que afecta la salud auditiva.
La OMS dice que 1,1 millones de adolescentes y adultos jóvenes corren el riesgo de desarrollar pérdida auditiva debido al uso inseguro de dispositivos de audio personales y la exposición a niveles perjudiciales de sonido en lugares de entretenimiento ruidosos.
Y la pérdida de audición no sólo afecta a la vida cotidiana. Por ejemplo, se ha relacionado con la depresión y la demencia. La OMS dice que también existe un vínculo entre la pérdida auditiva y las enfermedades cardiovasculares, el deterioro cognitivo, el trastorno del sueño y el tinnitus.
Las soluciones
La OMS dice que la mitad de todos los casos de pérdida auditiva pueden evitarse mediante medidas de salud pública, incluida la reducción de la exposición a sonidos fuertes mediante la sensibilización sobre los riesgos; Desarrollar y hacer cumplir la legislación pertinente; Y animar a los individuos a usar dispositivos de protección personal como tapones para los oídos y auriculares y auriculares con cancelación de ruido.
Los pasos prácticos que las ciudades pueden tomar incluyen la instalación de barreras de ruido de ferrocarril o de ferrocarril, la gestión de los movimientos de vuelo alrededor de las ubicaciones de los aeropuertos y la reducción del ruido en la fuente, como los neumáticos más silenciosos de los vehículos. Más espacios verdes dentro de las ciudades también reduce el impacto del ruido.
Los autores del estudio esperan que el Índice Mundial de Audición no solo incremente la concientización entre los residentes de las ciudades y las instituciones que gobiernan, sino que actuará como un llamado a la acción para individuos y proveedores de salud para hacer mejores inversiones en salud auditiva.