
Viajar solo puede ser una gran experiencia, y de hecho numerosas personas utilizan esta opción para disfrutar de una forma distinta y conocer gente nueva. En la vida moderna tenemos poco tiempo para conseguir acceder a unos días de descanso compartidos con los amigos y familiares, por ello cada vez más viajeros se animan y se embarcan por su cuenta, sin necesidad de contar con nadie más.
Algunos puntos básicos a tener en cuenta para viajar solo
La mayor ventaja de viajar solo es la posibilidad de descubrir el destino de una forma mejor. No en vano, está comprobado que viajar en grupo limita mucho la relación con el entorno del lugar que se visita. Una persona sola tiene más libertad para incluirse en el paisaje humano de cada territorio, siempre procurando estar en sitios seguros y diurnos. A pesar de viajar solo, es preferible acercarse siempre a las instalaciones hoteleras o turísticas, ya que son lugares donde la gente se concentra más, y donde es posible conocer a otros viajeros solitarios que quieren dejar de serlo.
Por otro lado, la persona que viaja sola tiene que estar pendiente de las mejores combinaciones de transporte. Una buena idea es acudir antes a internet o a centros de información como bibliotecas, y elaborar una lista de las mayores atracciones que se pueden encontrar en esa ciudad. Después, hacer un itinerario es más fácil sobre un folio en blanco. Los horarios de los transportes también se pueden encontrar en internet, y es bueno no improvisar sobre el terreno, ya que al no conocer el sitio el desajuste puede ser notable. Por ejemplo, no es ningún tiempo perdido pasarse una hora comprendiendo el plano de metro de la ciudad en cuestión.
Por último, el viajero solitario tiene que ser amable con todo el mundo, pero a su vez no confiar en nadie, especialmente en las zonas de más afluencia turística. Tiene que hacer valer su condición de hombre aventurero pero a la vez cauteloso, solo accediendo a mantener un contacto cuando esté seguro de ello.