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Guía para que las nuevas etiquetas de los combustibles en las gasolineras no generen confusión

A partir del viernes 12 de octubre del 2018, nuevos símbolos identificarán los diversos tipos de combustible en las gasolineras de toda la Unión Europea. Deberán ser visibles en el surtidor y en el caño.

Las nuevas etiquetas también deben incorporarse a todos los vehículos que se matriculen a partir de aquella fecha, pero no a los más antiguos. Deberán estar en el manual y en un lugar visible, en el tapón del depósito o justo al lado.

El objetivo de la Comisión Europea es facilitar a los conductores la elección del combustible más adecuado a su vehículo. Por ello, desde los ciclomotores hasta los autocares y camiones, todos deberán llevar la etiqueta. Sólo será necesario que el usuario mire que coincide con la del surtidor.

Convivirán, al menos durante un tiempo, con las denominaciones actuales, porque la composición de los combustibles no varía. Es decir, serán información complementaria y no sustitutiva. Uno de los problemas es que las nuevas etiquetas no incluyen el octanaje. Por lo tanto, por sí solas no permitirían al usuario seleccionar gasolina o diesel de más calidad.

Círculos, cuadrados y rombos

Los nuevos símbolos distinguirán, de entrada, gasolina, gasóleo y combustibles alternativos.

Las gasolinas tendrán un círculo y en su interior habrá tres posibles categorías: E5, E10 o E85. El número indica qué porcentaje contiene de bioetanol: 5%, 10% o 85%. El bioetanol es un alcohol que se obtiene a partir de algunas especies vegetales, como la caña de azúcar, el trigo, el maíz o los residuos agrícolas y forestales.

El bioetanol se puede utilizar como combustible o como aditivo. En este caso, aumenta el octanaje de la gasolina todo supliendo el plomo, que se eliminó de las gasolinas por sus efectos contaminantes y tóxicos.

Los gasóleos se caracterizarán por un cuadrado, en cuyo interior puede haber uno de estos símbolos: B7, B10, B20, B30, B100 o XTL. Los primeros se diferencian en el porcentaje de biodiesel, combustible que se obtiene a partir de aceites vegetales como el de colza.

La etiqueta XTL designará un tipo de gasóleo producido bien a partir de parafina, bien a partir de dióxido de carbono y agua con la energía proporcionada por una fuente renovable. En este segundo caso, se le considera neutro en carbono para que la cantidad de dióxido de carbono que emite es la misma que se ha utilizado en su síntesis -siempre que la energía venga de fuentes renovables.

Finalmente, un rombo distinguirá los combustibles alternativos: H2 (hidrógeno), CNG (gas natural comprimido), LPG (gas de petróleo licuado) y LNG (gas natural licuado). Se trata de combustibles aún minoritarios que significan una alternativa a los derivados tradicionales del petróleo. Salvo del hidrógeno, pero, también son combustibles fósiles que, por tanto, emiten dióxido de carbono.

Las etiquetas en gasolineras y vehículos serán obligatorias a todos los estados miembros de la Unión Europea y también en Islandia, Liechtenstein, Noruega, Macedonia, Serbia, Suiza y Turquía. En Gran Bretaña, dependerá de la evolución del Brexit. Pero sus estaciones de servicio deberán tener en cuenta que muchos de los coches que se vendan, fabricados fuera, llevarán estas etiquetas.

¿Qué combustible debe utilizar el usuario?

Los coches que se matriculen a partir del 12 de octubre llevarán esta etiqueta tanto en el manual del usuario como cerca del tapón del depósito. Por lo tanto, la identificación será fácil. También se recomienda que los concesionarios presenten esta información en los expositores.

La confusión puede existir para los coches matriculados anteriormente, que serán la inmensa mayoría. En el caso de los coches de gasolina, un automóvil puede usar, en principio, combustible que tenga hasta un 25% de bioetanol. Pero sólo los flexibles, llamados FFV (Flexible Fuel Vehicles), pueden funcionar con porcentajes superiores de bioetanol. Así, los que ponen gasolina súper o extra -de 95 o 98 octans- pueden adquirir ahora E5 o E10. Pero el E85 podría provocar daños en el motor e incluso podría provocar la pérdida de la garantía.

Para los diésel, el B7 es apto para todos los vehículos. Para utilizar los que tienen más bioetanol se debe consultar con el fabricante o el concesionario. El XTL sólo debe utilizarse en los vehículos en los que el fabricante lo recomienda.