
Es evidente que muchas veces celebramos días internacionales con una normalidad increíble, como si en ningún otro momento de la historia no se hubieran celebrado. Curiosamente, esto no es así, la mayoría de días internacionales hacen referencia a problemas de la actualidad, y con creces superan los 50-60 años salvo notables excepciones. Incluso otros días señalados en los calendarios son también invenciones de personas individuales con poco más de 100 años a lo sumo. La realidad es que la celebración de fiestas que no sean religiosas es algo que surgió hace poco menos de 100 años justamente por la necesidad de buscar cierta secularización de las festividades, y para ahorrarse problemas con disputas religiosas.
Si echamos la vista atrás, también nos daremos cuenta que la mayoría de fiestas tienen un origen menos religiosos de lo que parece, básicamente nacieron a tenor de alguna necesidad de descanso, y en la mayoría de casos, para celebrar y dar descanso a los campesinos, ya que nuestra civilización como tal ha sido tremendamente vinculada y afectada por la agricultura. Así, las fiestas que hacen referencia justamente a finalizar solsticios han sido bastante habituales. También hay otro origen a muchas festividades que creemos religiosas, y fueron justamente la necesidad de excusas para poder realizar mercados y transacciones comerciales.
Sin ir más lejos, los primeros “días internacionales” no dejaban de ser las Olímpiadas Griegas, que eran en cierta forma unos meses de paz entre todos los griegos, en los que los comerciantes podían recorrer sin peligro toda Grecia para comercial de una forma mucho más segura. Incluso el “domingo del señor” tiene cierta relación con esto.
Por tanto, os invito a descubrir la fascinante historia que tiene detrás la mayoría de días internacionales y festividades que celebramos con una normalidad que causaría estupor a nuestros antepasados.