
La península italiana se encuentra en zona de contacto entre dos placas tectónicas: la Africana y la Euroasiática. En Italia se encuentran los volcanes más activos y se dan los terremotos más intensos de Europa. La razón la encontramos en el origen de la formación de la península itálica, los Alpes y los Balcanes.
La corteza terrestre está formada por diferentes placas, como piezas de un puzzle encajadas que flotan sobre el magma. No son estáticas, sino que tienen un movimiento muy lento. La distribución actual de los continentes y los océanos ha tardado millones de años en formarse. Las zonas de contacto entre estas placas son las áreas donde se ubican los volcanes y, por fricción, los terremotos más activos. Si a escala planetaria encontramos el «cinturón de fuego», que rodea todo el Pacífico, como la zona más activa de volcanes y terremotos del planeta, en Europa la zona más activa se sitúa en la península Itálica.
La microplaca Adriático o Apuliana ha dado origen a los Apeninos, los Alpes y el mar Adriático, y está en lento y constante movimiento. Volcanes como el Etna y el Vesubio se han formado a partir de las pequeñas rendijas por donde se escapa la lava del contacto entre las dos placas. La acumulación de energía y tensión por la fricción que ejerce la microplaca Adriática contra la placa Euroasiática, que empuja hacia el norte, se libera en sacudidas que dan lugar a los terremotos.
Aquí tiene el mapa de terremotos en Italia entre el año 1000 y 2006 de magnitud superior a 5. Se observa como los sismos se dan en lugares ya afectados en el pasado. Desde 1900 ha habido más de 30 terremotos por encima de 5,8. El más fuerte fue el terremoto de 1908, de magnitud 7,2, que destruyó Messina y Reggio Calabria.
Por todo esto, Italia, una tierra de terremotos y volcanes.