
Existe un dicho, de los tiempos en que el puerto de Barcelona hervía de actividad y los comerciantes de toda la mediterránea compraban y vendían productos en los mercados de Barcelona, que afirmaba: «Roda el món i torna al Born» (Recorre el mundo y vuelve al Born), y es que en aquellos tiempos el barrio del Born ejercía una atracción que se ha conservado a través del tiempo.
El Born es uno de los barrios históricos de la ciudad, situado al norte del barrio Gòtic, se compone de pequeños edificios y callejuelas pequeñas y sinuosas, algo más organizadas que la zona más antigua de la ciudad.
Barcelona siempre ha sido una ciudad encerrada, donde sus habitantes se agolpaban los unos con los otros. Este barrio es un ejemplo de ello, podrás ver casas construidas encima de las entradas de las calles, técnica utilizada para ganar espacio y poder construir más casas en los tiempos en que las murallas medievales encerraban a sus habitantes.
El visitante puede pasear por la calle Argenteria, que traviesa todo el barrio hasta llegar a la Rambla del Born. Toda la calle está repleta de bares, restaurantes y tiendas de moda, además de muchos museos.
En los meses de verano las terrazas hacen las delicias de los visitantes, y además, es un barrio donde todavía viven vecinos y el turismo no ha acabado con ellos. De momento.
Por la noche, todo el barrio es uno de los lugares más atractivos para salir a tomar algo. Encontrar bares de copas no será un problema.
Además de la calle Argenteria y la Rambla, otras calles deben llamar nuestra atención. La calle Montcada, por ejemplo, recibe su nombre por situarse en ella el Palacio de la familia Montcada, una de las más importantes familias en la edad media. En esa calle se fueron situando los palacios de las familias más importantes y poderosas, por tanto, está lleno de pequeños palacios que se han convertido en museos o galerías de arte. El famoso museo Picasso se encuentra en esta calle, por ejemplo.
Cómo curiosidad, una calle hoy algo olvidada es la calle Ample (Ancha), recibía ese nombre por ser la calle más grande y ancha de la ciudad en los tiempos en que había murallas. Un ejercicio interesante es ver cómo esa calle tan «grande» no llega ni a los 2 metros de amplitud. Recuerdos de otros tiempos más apelotonados y que explican la necesidad de la construcción de lo que luego fue el Eixample.
Otro lugar interesante del barrio es el Fosar de les Moreres. Con una llama que siempre esta encendida, es la fosa donde se enteraron a los soldados y civiles caídos en la defensa de Barcelona en el 1714.
Justo delante, está el más interesante edificio de todo el barrio, y de los más visitados de Barcelona: Santa María del Pi, también conocida como «la otra catedral de Barcelona» o incluso la «verdadera catedral».
Dice la leyenda, aunque no es del todo leyenda porque está más que demostrada su veracidad, que los habitantes del Born pagaron su construcción porque la catedral de Barcelona quedaba demasiado lejos, y no querían ir hasta ella.
Sea como fuere, nos han regalado una iglesia que bien podría ser una catedral, y que tiene unos elementos arquitectónicos que no podrás dejar pasar.