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Visitar la Torre Eiffel

Uno de los monumentos más famosos del mundo entero es la Torre Eiffel. Situada en París, justo en medio de los también famosos Campos Elíseos, fue en su origen, una gran obra de arquitectura civil realizada por los franceses para demostrar al mundo el poder y resistencia de un nuevo material de construcción de la época: el hierro. De hecho, la Torre se inauguró justamente en la Exposición Universal de 1889 en París, siendo uno de los puntos más celebrados en aquel momento, y que con el tiempo, se ha convertido sin ningún tipo de dudas en una de los iconos de toda la ciudad de París y también de toda Francia.

Algunos datos sobre la Torre Eiffel que te resultarán curiosos

Son casi 6 millones de visitantes los que acuden cada año a visitar la Torre Eiffel, convirtiéndola en uno de los monumentos más visitados de todo el mundo, además, la procedencia de visitantes es muy variada, es una construcción que llama la atención de viajeros de todo el mundo. Además, los diferentes restaurantes, bares y tiendas que se han ido construyendo en su base y en su interior, han hecho que sea también una de las zonas más turísticas del mundo, por eso es importante hacerse con entradas para la Torre Eiffel, ya que no solo podrás disfrutar de la torre como atracción, sino también el poder disfrutar de vistas privilegiadas de toda la ciudad de París, lo que es un elemento a tener en cuenta para todos los enamorados que cada año acuden a la ciudad del amor a rendir homenaje a su amor.

Los «colores» de la Torre

Una de las curiosidades que muchas personas no saben, es que puedes visitar la Torre diferentes veces a lo largo del tiempo y nunca estará igual, básicamente, para conseguir que el hierro no sufra de corrosión, son toneladas de pintura las que cada año se aplican sobre toda la estructura, y no necesariamente suele ser del mismo color, por lo que puedes ir viendo «diferentes» torres a lo largo del tiempo sin saberlo.