
Situado en el noroeste de la península ibérica, el archipiélago de las islas Cíes es una de las delicias más considerables en lo referente a parques naturales que se puede visitar. Para los amantes de la naturaleza y los fondos marinos, es uno de los lugares de referencia de la península. Su atractivo va más allá del simple parque natural dónde están ubicadas estas Islas. Una demostración de ellos, es que el propio ayuntamiento de Vigo ha solicitado que todo el conjunto del archipiélago sea declarado patrimonio de la humanidad. No es para menos, la zona submarina alrededor de las islas forma en su conjunto un enorme ecosistema que da una idea de la riqueza de las costas gallegas. Con la llegada de la urbanización y la industrialización de las costas, quedan pocos rincones con tanta riqueza submarina como en las Islas Cíes, de aquí su atractivo particular, y la voluntad determinada a preservarlo de la mejor manera posible.
Una historia ajetreada
De las islas Cíes hay ya conocimiento de su existencia por parte de los romanos, de los que se conversa algún vestigio encontrada en las islas, pero este lugar tiene en sus espaldas historias fascinantes a lo largo de los siglos. Su ubicación geográfica justo delante de la entrada a la ría de Vigo ha hecho de las islas un punto clave para invasores de todo tipo a lo largo de los siglos.
Por ejemplo, durante la edad media fue poblada por monjes benedictinos, que fueron expulsados por la presión de los piratas turcos y normandos, que con base en la isla, ponían en jaque a toda la costa gallega con sus ataques. Con el paso de los siglos, las islas también se utilizaron para instalar un faro que ayudó a los navegantes a dislumbrar la costa.
De hecho, las islas también han sido testigo privilegiado de decenas de barcos que sufrieron naufragios en la zona. La mítica ferocidad de las costas gallegas se ve en el alto número de naufragios que han visto las islas, en por desgracia, todo su «esplendor» y «fuerza».
No fue hasta los años setenta y noventa, que las islas Cíes se convirtieron en un pequeño oasis de libertad y naturaleza, a la que acudían jóvenes y no tan jóvenes para distanciarse de las regidas normas del «continente»
Un paraíso natural
La creciente contaminación de la zona fruto de la industria y urbanización de la costa gallega y en especial del puerto de Vigo, así como también la entrada sin control de visitantes, hizo necesaria una protección de las Islas Cíes que fuera más allá. En este sentido, fue el año 2002 cuando se creó el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, y desde entonces ha sido una de las formas de protección más efectivas para las más de 200 especies de algas marinas y demás fauna que habitan la zona.
De hecho, las islas se han convertido en un atractivo turístico de primer nivel, y por ello, no es de extrañar que los numero de visitantes sean considerables, llegando a los caso 400.000 visitantes en el año 2015. Una cifra nada desdeñable, haciendo que el parque nacional sea el décimo parque nacional de España en número de visitantes.
Más información: Barco Islas Cíes