
La gran diferencia entre la prehistoria y la historia además de la propia escritura es como los humanos poco a poco dejaban el nomadismo y se convertían en sedentarios. La necesidad de colaborar, de la construcción de proyectos comunes, la seguridad y mil factores más hizo que poco a poco la población dispersa se fuera uniendo en pequeños poblados, que evolucionando poco a poco acabaron siendo las ciudades antiguas de las que hoy hablamos. La importancia de conocer las ciudades antiguas radica en que justamente son la base en la que se han desarrollado las ciudades modernas, y en muchos casos, aquellos emplazamientos antiguos, son los mismos donde ahora se concentran, en Europa, la mayoría de las ciudades.
Además, los planteamientos de las ciudades antiguas a nivel organizativo, funcional e incluso político, que explicaremos más adelante, también fueron la base para la construcción de muchas de las ciudades del continente americano, por tanto, mirar al pasado en este sentido nos puede resultar muy interesante y valioso para entender las ciudades actuales.
Las primeras ciudades antiguas
Las primeras ciudades antiguas surgieron junto con las primeras civilizaciones humanas, alrededor de los ríos Nilo, Tigris y Eufrates. De la mayoría de esas legendarias ciudades se conserva muy poco, ante todo palacios y templos, que ya nos dan pistas de como eran, pero que por supuesto se quedan cortos a la hora de explicar por ejemplo como era el plano de aquellas ciudades. Paradojicamente, se han ido encontrando restos de ciudades más pequeñas de aquellos tiempos, que conservadas mucho mejor, si que han dado idea de como eran.
Destaca que la mayoría tuvieran plano geométricos. Esto eso, que lejos de la creencia de que eran desordenadas, apreciaban trazados cuadriculados, es dentro de ellos donde se amontonaban centenares de casas construidas de una forma bastante primitiva. En el interior de esas casas había un laberinto de estancias, con una pequeña zona central, que luego sería comuna en otras civilizaciones como por ejemplo la griega o la romana. Normalmente muchas pequeñas plazas o terrazas, lo eran en la parte superior de las casas, donde se accedía por escaleras.

Si hablamos de estas primeras ciudades antiguas debemos hacerlo del esplendor de las mismas. Grandes avenidas, templos majestuosos y palacios de ensueño. La ciudad se organizaba alrededor de los templos, que eran el punto central de la ciudad. Curiosamente los palacios se han encontrado en las puntas de las ciudades, que también se saltaban a veces la geométrica cuadriculada para utilizar la topografia de la zona a su favor.
La más famosa de estas ciudades es Babilonia. Su majestuosidad fue descrita por algunos viajeros griegos. Avenidas enormes, templos altos y palacios sinuosos, y ante todo, enormes murallas que rodeaban y protegían la ciudad de los enemigos. Esto también es una gran característica de estas ciudades, ya que por su situación geografia era una zona con grandes presiones bélicas. De Babilonia lo que más se recuerda eran las increíbles puertas de la ciudad.
Las ciudades griegas
Los primeros elementos urbanos de la civilización griega se dieron en la famosa cultura cretense, la capital Cnossos era bastante diferente a las primeras ciudades antiguas. Gracias a ser una isla, las fortificaciones eran casi inexistentes, y aunque si que habían planeamientos rectos, se utiliza mucho más la topografia, que es mucho menos plana que en Babilonia.
A partir de aquí nacen las primeras ciudades-estado griegas, como por ejemplo Delfos, Olimpis y Delos, mucho más preocupadas por la defensa y el comercio que no por ser esplendorosas ciudades, por tanto hay un sentido muy práctico en ellas. Pero el desarrollo de la cultura y ante todo de la política griega hace que la concepción de la ciudad sea completamente diferente. La ciudad no solo es el templo y un conjunto de primitivas viviendas, se crean edificios públicos como el agora, por tanto la ciudad cambia su concepción y se vuelven un verdadero centro político de la vida griega.
Hipodamos, el primer geógrafo de la historia, marca el punto de inflexión. Con el auge de la fundación de colonias y expansión griega por le mediterráneo surge la necesidad de plantear ciudades ex-novo (o sea completamente nuevas), esto y poder escoger el emplazamiento ideal para fundar nuevas colonias hacen desarrollar el sistema de cuadricula que después también harían suyo los romanos. Pero aquí se opta por una zona central llena de edificios públicos y del agora, para después emplazar (ahora si) de forma cuadricular viviendas. Es curiosamente el «modelo» que las ciudades modernas copiaran, dejando sus antiguos cascos antiguos desorganizados y caóticos intactos, y construyendo nuevos ensanches cuadriculados.
El ejemplo más claro es Mileto, donde se utiliza la topografia para mejorar la defensa de la ciudad, se sigue un esquema de cuadricula, pero se respetan zonas comunes alrededor de las cuales de desarrolla la ciudad. Puede parecer similar al modelo romano, pero tiene bastantes diferencias.
Para acabar con las ciudades griegas antiguas, hay que decir que en ellas las viviendas eran de mucha más calidad, con un patio central que buscaba la recogida de la lluvia, y aunque los griegos preferian hacer la vida fuera de casa más que dentro, estas notan una mejoría notable en comodidad y servicios.
Las ciudades antiguas romanas
No podemos dejar un artículo sobre ciudades antiguas sin hablar de las romanas. El Imperio Romana es por definición urbano, y las ciudades son el centro de la vida de todo el Imperio. La ciudad eterna, Roma, es uno de los ejemplos más esplendoroso de la organización política, cultural y geogràfica de los romanos. Aunque si es cierto, que Roma por su singularidad no representa la generalidad de ciudades romanas, que se basaban ante todo en la utilidad y la eficacia. Por eso, la mayoría de ellas tenien su origen en fuertes militares, y al contrario que las ciudades griegas, buscaban una organización en cuadricula mucho más ejemplar.
La ciudad romana tenía un territori rural asignado, donde también podían haber pequeñas poblaciones en su mayoría supervivientes de pobladores anteriores a ellos. La ciudad romana tenía pleno poder politico para hacer lo que quisiera en ese territorio, por eso, en el fondo se trataba de una serie de ciudades-estado, aunque su organización final era por provincias, y por supuesto, pagaban impuestos al Imperio. Pero esta autonomia explica las diferencias entre las diversas ciudades romanas, dónde en cada zona pudieron desarrollarse y romanizar el territorio de forma más o menos rápida.
Una diferencia era que las ciudades buscaban tener una gran colección de servicios, como alcantarillado, murallas, servicios de incendios, mercado, seguridad, etc, pero no buscaban una esplendor artística como las ciudades helenística. Podemos contar varios tipos de ciudades romanas, normalmente se basaban en ciudades anteriores, como por ejemplo las helenas, y a partir de ellas se ampliaban y glorificaban. El otro tipo, que representa la innovación real fueron muy numerosas, y eran las que partían de origen de un campamento militar.
En el antiguo imperio romano, la forma de romanizar territorios fue cediendo terreno a los veteranos de las legiones. Por eso, la mayoría de ciudades tienen ese origen y muchas se nombraron con el nombre de la legión. Ejemplos de ello es la mismísima León y Timgad.

Destaca en la organización cuadricular dos grandes ejes, el cardo y el decomanus, que cortaban el campamento por las mitades, y por tanto, la alineación de los edificios públicos queda condicionada por estos dos ejes. Las ciudades estaban amuralladas. Quizá lo más destacable es la importancia que se le dan en las ciudades romanas a los juegos y diversión. Anfiteatros, circos, termas… son construcciones que destacan por encima de las demás y que dieron valor a todas estas ciudades romanas antiguas.
Además, la «domus», la casa tipo romana, se busca que sea lo más confortable y autosuficiente posible. Disfruta de alcantarillados potentes, de recogida de agua de lluvia, así como incluso de calefacción y estan ampliamente decoradas. Las estancias se organizan alrededor de un patio, el llamado impluvium, Por tanto, los romanos buscan simplificar trazados y ciudades en conjunto funcionales, pero a la vez, la comodidad en el interior de las viviendas, construidas de buenos materiales, y también una vida pública de panem et circenses ajetreada, con enormes obras públicas de todo tipo.