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Desierto: mucho más que arena

¿Quién puede pensar que la civilización más antigua del planeta sólo tiene para ofrecer arena? Egipto es mucho más que eso, su belleza se expresa en cada uno de sus monumentos, que cuentan a gritos la historia de la humanidad.

Tres detalles rápidos sobre las pirámides

Las pirámides, construidas hace más de tres mil años, se levantan imponentes frente a cada visitante que, asombrado, no puede dejar de admirar tanta belleza. La pirámide de Keops es considerada una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.

Pero no es sólo esto, las mastabas también son dignas de conocer, al igual que los templos. Y quienes disfrutaron los cuentos infantiles verán muchos de los paisajes representados por los palacios construidos para los faraones.

Todas estas grandes obras arquitectónicas se caracterizan por su armonía; pero lo más importante es que son únicas en el mundo, inolvidables para quienes las hayan visitado.

Pero, para aquellos que no quieran hacer únicamente un recorrido histórico, El Cairo, la ciudad más poblada de Egipto, es “la madre de todas las ciudades” de África, y en ella, como en toda metrópoli, se encuentran variedad de restaurantes que sirven delicatessen tales como tabbouleh, ensalada de perejil, o Koshari; aunque se puede optar por variedad de platos que incluyen carnes rojas y pescados.

Los hoteles de esta ciudad están preparados para que los turistas se sientan como en su casa: cómodos, céntricos, lujosos y económicos.

Además, tanto El Cairo como Alejandría tienen una gran cantidad de teatros para que los visitantes puedan vivir plenamente sus vacaciones, disfrutando del día y también de la noche.

El Museo de El Cairo es un lugar que no se puede obviar, al igual que el Mercado de Khan.

Conocer Egipto es vivir el pasado y el presente en un solo lugar. Un viaje inolvidable, unas vacaciones únicas. Con la familia o solo, el Nilo estará esperando para recorrer juntos sus parajes.