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Los cuatro lugares más turísticos de Francia

Francia es sin lugar a dudas uno de esos país que hay que visitar al menos una vez en la vida. Sus ciudades principales como París, Niza o Nantes poseen todo tipo de majestuosos monumentos que seguro que quedarán grabados en la retina de cualquiera para siempre.  Si estás pensando en viajar dentro de poco a Francia, a continuación te vamos a dar describir alguno de esos lugares que debes visitar sin excepción. Cuando lo hagas, seguro que quedarás maravillado con cualquiera de ellos:

Torre Eiffel

La Torre Eiffel se ha convertido a lo largo de los siglos en una especie de icono y símbolo dentro y fuera de Francia. Se construyó en el año 1889 para conmemorar el primer centenario de la Revolución Francesa que trajo los valores de libertad e igualdad a todo el mundo. Tiene uno 300 metros de altitud y cualquier que llegue a lo más alto podrá deleitar su vista con una buena panorámica de la ciudad de París.

Museo del Louvre

Situado también en la capital parisina, el museo del Louvre es considerado uno de los más importantes y ricos en lo que obras de arte se refiere. En su interior, existen esculturas y cuadros tanto de la Antigua Roma, Grecia y Egipto que se han podido conservar durante largos siglos. También posee míticas obras como ‘La Gioconda’ de Leonardo Da Vinci  o la ‘Libertad guiando al pueblo ‘de Delacroix. En definitiva, el Louvre es un lugar que no te debes perder si eres un amante de la cultura y arte en general.

Catedral de Notre Dame

Sin lugar a dudas uno de los máximos exponentes del arte gótico en Francia. Cuando te acerques a esta catedral, te darás cuenta de la magnificencia y majestuosidad que emana desde cualquier de sus rincones. Empezó su construcción en el siglo XII, aunque no se abrió hasta dos siglos después. También ha sido fuente de inspiración para numerosos escritores como Victor Hugo en el movimiento del Romanticismo.

Campos Elíseos

Este lugar de inmensas zonas verdes sirvió como patio de ocio y recreo a todas las dinastías de Los Borbones afincadas en Francia desde tiempos inmemorables. Se empezaron a plantar en pleno 1616 y en la actualidad cruza por una de las avenidas principales de París que suele ir desde el Arco del Triunfo hasta la Plaza de la Concordia. También sirve como “meta” en el aclamado Tour de Francia.