Saltar al contenido

Visita Lyon en 2 días sin despeinarte

Lyon es la tercera ciudad de Francia en población, es un gran núcleo económico, social y cultural, y también una ciudad turística. Aún y así, lo cierto es que debemos tener cuidado con las expectativas que realizamos sobre ella. Nos vamos a encontrar una ciudad típica francesa: sus habitantes van a lo suyo, grandes zonas comerciales, edificios preciosos de la edad de oro de Francia y muchas iglesias con las que disfrutar, también nos encontraremos con bares y restaurantes cerrados muy pronto, a eso de las 6-7 de la tarde, y en el mejor de los casos, un tiempo bastante agradable.

Podemos organizar nuestra visita en dos días, el primer día se puede dedicar para conocer un poco la ciudad de forma general, así como sus barrios. Normalmente la mayoría de turistas llegan por la zona de Part Dieu, además de la estación central de trenes, vamos a tener justo delante un enorme centro comercial donde podremos encontrar de todo. También conexión con metro, tranvía y trolebuses, vamos, un verdadero centro de comunicaciones. Existen hoteles bastante baratos en esa zona, por tanto sin duda puede ser una elección adecuada como núcleo de operaciones.

Una pequeña vuelta por Lyon

Una de las primeras cosas que recomiendo es subir a Croix-Rousse, se puede llegar con el metro de Lyon sin mayores problemas, y a pocos metros tendremos ante nosotros una preciosa vista de toda la zona metropolitana de Lyon, además de una piedra enorme donde hacerse las primeras fotos en la ciudad. Esta piedra la trajeron en edades antiguas prehistóricas desde los Alpes, así que tiene su mérito pensar que alguien transportó semejante pedrusco tantos kilómetros. También tendremos una vista de las montañas más cercanas, que siempre es de agradecer si están nevadas.

Una vez hecho esto podemos bajar tranquilamente a la zona del Ayuntamiento. Aquí tenemos dos opciones, si nos apetece andar, tomaremos el puente por Rue Duquesne y podemos andar por la zona, donde encontraremos algunas iglesias y edificios peculiares, además de ver una zona de la ciudad mucho  más urbana y cotidiana.

Si no tenemos ganas de andar, simplemente bajaremos por alguna de las calles principales, como por ejemplo Rue Romanin hasta la plaza Terreaux, aquí vamos a encontrar gran parte de los atractivos de la ciudad. Primero nos va a sorprender el Ayuntamiento, construido el año 1646 por Simón Maupin, típico edificio del Imperio Francés. Delante también tendremos la Abadía de Saint Pierre, un convento con origen del siglo VII con unos jardines ideales para descansar un buen rato.

Pero aquí no acaba la visita en esta zona, justo detrás del impresionante ayuntamiento de Lyon también está la Opera, lo notareis por chicos bailando en sus columnas y los diferentes carteles, el edificio es del 1829.

Podemos ir bajando por las avenidas, e iremos encontrando algunas iglesias y edificios, como por ejemplo Saint Nizier o el Palacio de la Bolsa. Siguiendo este camino, sin darnos cuenta iremos paseando por esplendidas tiendas que tienen curiosos escaparates que te van a llamar la atención si buscar ir de compras por Lyon o conseguir recuerdos para la familia.

Llegaremos a la Place Bellecour, atentos aquí a una noria gigante que a veces tienen en la plaza que de noche puede ser algo ecléctico si deseamos disfrutar de unas luces despampanantes. Esta plaza, con algo más de 300 por 200 metros  es de las más grandes de Europa, podéis tomar algo en sus terrazas, aunque muchas veces la temperatura no acompañe.

Si continúas bajando vais a llegar a la llamada Rue Sala, altamente recomendable para ver un ejemplo de diferentes casas y ante todos disfrutar del ambiente del barrio, de la gente que vive en la zona y también de las increíbles puertas que vais a encontrar en toda la calle.

Aún y todo este trote, tendréis tiempo para volver al metro y volver a vuestro hotel o alojamiento.

Cosas que podemos visitar en Lyon

En el segundo día podemos comprobar la visita a los principales lugares de Lyon, una de las mejores opciones es subir al Parc Teté d’Or. Este parque que está en el norte de la ciudad te va a sorprender mucho. En la entrada nos vamos a encontrar con un parque estilo Retiro de Madrid o Ciutadella de Barcelona, pero lejos de ser esto, a los pocos minutos vamos a ver una gran variedad de cosas interesantes. Lo mejor, un jardín botánico realmente entretenido, gratis y muy fácil de visitar, más allá, un zoo al aire libre que hará las delicias de los más pequeños, de nuevo gratuito, te va a sorprender encontrar un refugio de tortugas de Florida, así como gacelas, patos, un oso y también pelicanos. Sin duda, sorprende. Además, en el parque también encontrara el gran lago, que vale la pena de visitar. En el parque también tienes las típicas letras enormes con el nombre de Lyon, donde hacerte fotos para el recuerdo.

Cuando ya nos canse, podemos coger el metro, parada de Masséna o Charpennes. De allí nos dirigiremos a una zona deliciosa de Lyon, la zona antigua, de veras que va a valer la pena y gastaréis gran parte del tiempo disfrutando de ella. Aquí la mejor elección es subir con el funicular hasta Basilique Notre Dame de Fourvière, concretamente la parada del funicular que sube hasta ella es Fourvière. Construida bastante tarde, en el año 1896, por fuera, de estilo neo-gótico y con cuatro torres octogonales, la habréis visto desde muchos puntos de toda la ciudad de Lyon. Su interior simplemente es impresionante. Está decorada con representaciones de momento históricos, como la batalla de Lepanto, y también ricamente decorada tanto en el suelo como en sus cúpulas, podéis estar un buen rato en ella.

Al acabar la visita, podemos empezar a bajar la montaña donde estamos, por la calle Roger Radisson llegaremos en menos de 2 minutos a la zona romana. Cuidado, tenemos ante nosotros dos enormes y bien conservados teatros, que se utilizan aún en la actualidad, podemos perderos por ellos, bajar al escenario, y hacer la prueba de la gran calidad acústica de los teatros. Podemos continuar bajando, y saldremos a la calle Rue de l’Antiquaille. Veremos una estación de metro, el que hemos utilizado antes, aquí hacer un esfuerzo de localización, y utilizar la Rue des Farges y luego la calle Montée du Gourguillon para bajar a la zona antigua de la ciudad, por esta calle, cogiendo la Montée des Enies vais a dar justo a la iglesia de Saint Georges, también vale la pena visitarla.

Ahora comienza la zona más bella de toda la ciudad, hemos dejado lo mejor para el final sin duda, por la calle Rue du Doyenné vamos a disfrutar de toda la zona renacentista y medieval de lo que queda en la ciudad, cafeterías, tiendas adorables, y un ambiente realmente cuidado y limpio lo hacen un casco antiguo impresionante. En él vamos a ir poder ver diferentes edificios de construcción gótica, destaca la catedral de Saint Jean, con un ábside medieval, podemos considerar esta catedral como un ejemplo bastante adecuado de arte gótico. Siguiendo la calle vamos a ir viendo más pequeñas tiendas y edificios especiales. Aquí uno se puede perder por las callejuelas un buen rato, como por ejemplo con la Mansion Gadagne, una edificación del siglo XVI, donde actualmente está el Museo de la Historia de Lyon y también el Museo Internacional de Títeres.

Siguiendo, podemos encontrar la plaza Change, con más edificios remarcables del siglo XVII como la casa Chamarier. Si llegamos al final a parte de una estación de tren, también encontraremos una iglesia deliciosa medieval, se trata de San Pablo, data del 1480, con unos frescos en su interior muy interesantes y acústicos. También justo a su lado, está el Palais Saint-Jean, la antigua sede episcopal  medieval. Con esto, podemos finalizar la visita por esta zona, sin duda, es un buen lugar donde comer, y disfrutar del ambiente medieval de este encantador lugar.

Realmente, a partir de esta zona podemos pasar andando La Saône y volver a la zona de Bellecour o de la zona del Hotel de Ville, ambas vienen a ser la zona centro que visitamos en el primer día, de esta forma podemos ir a donde nos apetezca. Si hemos gastado bien el tiempo podemos haber hecho todo esto en dos días, sin duda, una visita más que completa a la ciudad de Lyon, o por lo menos, a sus lugares principales.