
Hellín es la segunda ciudad más grande de la provincia de Albacete después de la capital, la misma Albacete, en la comunidad autónoma de Castilla La Mancha. Su término municipal limita con la Región de Murcia, cosa que le profiere a su clima un toque semi-árido propio de esta segunda comunidad, aunque Helllín está situada en la meseta, a un mínimo de 300 metros sobre el nivel del mar y a un máximo de 1040 gracias a las sierras cercanas a la ciudad. Esto le confiere un clima propio en el que los veranos son muy calurosos y los inviernos muy fríos. La mínima registrada en la población es de -20º.
Un poco de historia de Hellín
Se conoce que época romana la ciudad tenía el nombre de Ilunum y que, por documentación conservada, tenía cierta importancia en la península. Muchos siglos más tarde pasó a dominios musulmanes aunque los visigodos se la apoderaron y firmaron un pacto de no agresión con los primeros a cambio del pago de ciertos impuestos. Esta situación se extendió a una amplia zona del sureste peninsular gobernada por el rey visigodo Teodomiro y sus sucesores.
Después que la corona castellana conquistase las tierras murcianas, Hellín pasó a formar parte del Reino de Murcia que siglos más tarde acabaría formando parte de la corona de Castilla para poder asegurar mejor la zona frente a los ataques de los almorávides que persistieron hasta la conquista definitiva del Reino de Granada. A partir de entonces, Hellín vive tiempos de regeneración poblacional y económicas importantes.
Tradicionalmente, tal y como hemos visto, Hellín se encontraba ligada históricamente a Murcia tanto en lo comercial como en lo administrativo. Sin embargo, en el siglo XIX se decidió integrar la población en la provincia de Albacete. Con la recuperación de la democracia, Hellín dejó de estar ligada a Murcia para pasar a formar parte de la comunidad autónoma de Castilla La Mancha.
Lugares que visitar en Hellín
En el término municipal se encuentran importantes hallazgos de la época íbera y romana tales como restos de un asentamiento íbero y restos de una villa romana con espectaculares mosaicos. Lo más destacado, sin embargo, son las pinturas rupestres de Minateda, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El hallazgo lo llevaron a cabo un investigador local y un francés mandado a la zona por el Institut de Paléontoligie Humaine de Paris. El objetivo era encontrar restos de los últimos cazadores-recolectores del sureste peninsular. Se encontraron imágenes pintadas en la piedra, en unos abrigos, de 10.000 años de antigüedad. Estas pinturas representan personas y animales, las más antiguas, y las más nuevas, de unos 7000 años de antigüedad, representan figuras abstractas. Se cree que todo el conjunto se pintó por motivos religiosos, para agradecer a los dioses la caza o como una manera de pedirla.
Dentro de la ciudad de Hellín se encuentran elementos arquitectónicos de gran interés como la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción de un estilo inicial gótico pero acabado en estilo renacentista. También, en arquitectura religiosa, es necesario nombrar el convento de los Padres Franciscanos. El Santuario de Nuestra Señora del Rosario está construido sobre la antigua mezquita y acoge a la imagen de la santa muy venerada por los habitantes.
Hay también algunos palacios dieciochotescos dentro del casco antiguo como la Casa de los Salazar o la de Los Falcón Morote. Algunos de estos edificios se han rehabilitado para acoger las sedes de diversas corporaciones e institutos municipales.