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Castro Urdiales, la Flaviobriga romana

Castro Urdiales es el municipio más oriental de Cantabria, lindante con el País Vasco. Es una ciudad costera a orillas del mar Cantábrico cuya población se dedica mayoritariamente al sector de los servicios aunque tradicionalmente el sector de la pesca y también el de la agricultura han tenido mucho peso. Seguramente es debido a la alta segmentación del territorio municipal en pequeñas propiedades de tierras que se han ido perpetuando a lo largo de los tiempos. Para entenderlo mejor, hablemos un poco de la historia de esta localidad.

Un poco de historia de Castro Urdiales

Es bien conocido que Cantabria es rica en patrimonio prehistórico sobretodo en pinturas rupestres. Castro Urdiales no es una excepción aunque quizás sus hallazgos arqueológicos y artísticos pertenecientes a esa época no son tan importantes como los encontrados en otros lados de la misma Comunidad Autónoma.

Antes de la llegada de los romanos, el pueblo autrigón habitaba en estas tierras. Castro Urdiales era conocida como Portus Amanum, según Plinio el Viejo, ya que en la zona de la actual ciudad vivían los samanos, una tribu del pueblo antes citado. Los diversos pueblos cántabros se resistieron mucho a la conquista romana. Aun así, estos consiguieron su objetivo y en el año 74 fundaron la ciudad de Flaviobriga, actual Castro Urdiales, en honor a Tito Flavio. El sufijo -briga indica el origen celta de dicha población.

En época medieval la actividad principal de la ciudad es la marítima, pesquera y comercial. Tan importante se volvió, que el rey de Castilla Alfonso VIII concede a Castro Urdiales el título de villa. A partir de entonces sus astilleros empiezan a construir naves de combate que han de llevar a los soldados a la reconquista del territorio peninsular. Con el descubrimineto del Nuevo Mundo, Castro deja de lado el comercio con la Europa atlántica y empieza a comerciar con América. Esto le lleva a un nuevo resurgimiento comercial y económico aunque esta prosperidad se vio truncada con la llegada de las pestes del siglo XVI.

En época contemporánea, la ciudad, después que los napoleónicos la conquistaran y la abandonaran, resurge con una importante actividad pesquera y conservera a la que se le añade la industria minera. Este gran boom económico hace que Alfonso XIII otorgue a Castro Urdiales el título de ciudad. En los años 20 del siglo XX, Castro Urdiales se debatió entre si debía incorporarse a la provincia de Vizcaya o quedarse en la de León. Finalmente, no sin discusiones encendidas, se optó por permanecer en la provincia original.

Cosas que visitar en Castro Urdiales

Todo el casco antiguo de la ciudad es merecedor de una visita a fondo. Sin embargo, vamos a destacar aquellos puntos más relevantes de la ciudad. Y lo son de veras porque realmente sobresalen por encima de los edificios de Castro. Uno de estos lugares o edificios es el faro-castillo de Castro Urdiales, conocido como Castillo de Santa Ana, una magnífica construcción defensiva a modo de castillo que defendía el puerto de la ciudad. Su faro se encendió por primera vez durante el reinado de Isabel II.

Otro edificio realmente destacable sobre los tejados de la ciudad es la Iglesia de Santa Maria de la Asunción de estilo gótico. Tiene tres naves y en su interior se pueden contemplar las tallas góticas de los tres Reyes Magos y las imágenes de la Virgen Blanca y el Cristo Yacente.

En el casco antigua se levantan diversos palacios pertenecientes a las familias poderosas de la ciudad. Palacios como los de Ocharan, con sus jardines, o la casa Sotileza. Por los alrededores de Castro, hay numerosos yacimientos arqueológicos que merecen una visita.
En definitiva, Castro Urdiales es una de las perlas del Cantábrico que es imposible dejar de lado si uno se adentra por estas tierras ávido de nuevas experiencias y de nuevos conocimientos.