
Por tendencia, siempre intentamos conocer lo más grandes, pero lo pequeño también es interesante, por eso, el país más pequeño del mundo no es otro que el Vaticano, o como se conoce oficialmente, el Estado de la Ciudad del Vaticano. Tiene una superfície de 0,439 quilómetros cuadrados y una población de 900 habitantes lo que, probablemente, también lo convierte en el país con menos habitantes del mundo. Solo la basílica de San Pedro ocupa el 7% de la superficie total del estado y, conjuntamente con la plaza de San Pedro, suman un 20% de superficie.
El país más pequeño del mundo y sus curiosidades
Curiosamente, el país más pequeño del mundo también tiene como lengua oficial una lengua minoritaria, por no decir extinta: el latín. Por eso su nombre oficial en esta idioma es Status Civitates Vaticanae. También el italiano es lengua oficial. De hecho, el Vaticano comenzó a ser independiente del Reino de Italia el 1929, tras los pactos de Letran. Anteriormente a ser asumido dentro de las fronteras italianas, el Vaticano se conocía como los Estados Pontificios y tenía una mayor superficie de la que dispone hoy a parte de muchas otras posesiones en la península Itálica.
Aunque sea el país más pequeño del mundo, también existe la figura del jefe de estado. Éste no es otro que el Papa, el Sumo Pontífice, lo que convierte el estado en la única teocracia de Europa. El Santo Padre es a la vez el cabeza de estado y el cabeza de la Iglesia Católica.
Todo el complejo de edificios que forman el estado más pequeño del mundo, el Vaticano, está levantado sobre la que era la antigua colina de Roma llamada Monte Vaticano. Esta palabra puede provenir del latín vaticinium ya que se cree que los etruscos, antiguos pobladores de la zona, tenían instalado el oráculo en este monte, que vaticinaba el futuro de los mortales. Sin lugar a dudas es un lugar con una larga y fascinante historia que vale mucho la pena visitar ni que sea una sola vez en la vida, se sea creyente o no.