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Riga, la capital del Báltico

Aunque muchos la conocen sólo de oídas y de haberla estudiado en el cole, Riga es la capital de Letonia, y una de las ciudades más acogedoras, cosmopolitas y con más mujeres guapas por habitante de los países bálticos

Con casi 700.000 habitantes en enero de 2013, Es la ciudad más grande de estas repúblicas ex-soviéticas (Estonia, Letonia, Lituania) y uno de los principales puntos turísticos de esta zona de Europa. Letonia es miembro de la Unión Europea, pero no pertenece a la Unión Económica Europea por lo que no tienen el €uro como su moneda. En contraposición usan el Lat cuyo valor equivale a 1,40 €

Cuando uno llega y pisa Riga por primera vez, la impresión es de estar en una ciudad alemana, bien por legado histórico, bien por su influencia, o bien porque mucha gente habla alemán, aunque dominan todos el inglés, sobre todo la gente joven. Pero lo que más sorprende es la pasión y el conocimiento que tienen los letones de España y lo español cuando les dices que vienes de allí. Pude comprobar que el español está de moda en esta ciudad y no sólo el idioma. Me quedé perplejo al ver la cantidad de españoles que habían decidido ir a Riga para pasar sus vacaciones y cómo cada vez son más los estudiantes que eligen esta ciudad para realizar un convenio Erasmus.

¿Qué ver en Riga?

Si vas a Riga no te puedes perder “La casa de las cabezas negras” situada en el simbólico casco viejo de la ciudad, o como se lo conoce en letón: Vecriga ( Viejo Riga), siendo uno de los edificios más reconocibles de la ciudad internacionalmente. El nombre de la casa se refiere a la Confraternidad de las Cabezas negras (por los gorros de los socios), nacida en la ciudad en el 1416 como corporación de los mercantes letones, que aquí discutían y pasaban el tiempo.

Tampoco puedes dejar escapar uno de los monumentos por excelencia ya no solo de la ciudad de Riga, sino de toda Letonia y de Los países bálticos. La iglesia de San Jacobo es de origen medieval y fue construida en el año 1211

Caminar por los alrededores de esta iglesia por la noche es toda una experiencia que te transporta en el tiempo llevándote a sentirte realmente en una ciudad medieval. En la actualidad es sede del arzobispado de Riga.

Personalmente recomiendo muchísimo perderse por las callecitas del casco antiguo y sentir la esencia de la edad media báltica, la cual te atrapa, te encandila, y te enamora a partes iguales cuando paseando de noche ves las torres de las iglesias más importantes entre las casas y callejuelas, dejándote con ganas de sentarte y quedarte observando horas y horas la belleza arquitectónica de los edificios.

Complementariamente, todos los fines de semana ponen un mercadillo medieval en una plaza llamada Doma Laukums, o Plaza de Doma. Eso sí, en invierno no es muy recomendable ir, a no ser que te encante resbalarte con el hielo por las calles empedregadas o por otro lado te encante pasar frío, como los -25ºC que sufrí en un mes de enero. La mejor época del año para ir es absolutamente en verano, aunque primavera y otoño pueden ser buenas opciones también

Por último no puede faltar una visita a la ópera de Riga que data del siglo XIX y cuya belleza resalta con su blanca y clásica estructura y sus funciones y actuaciones son sorprendentemente baratas ( desde 5 lats).

La comida

La comida tradicional letona no es mi pasión definitivamente, pero eso no quiere decir que en Riga se coma mal. Existen numerosos restaurantes, sobre todo italianos, que ofrecen un suculento menú y además barato dependiendo por qué zona te muevas. Un ejemplo de ello es el Cili Pica ( pronunciado Chili Pizza), cuyas pizzas son de las mejores de la ciudad

Por el centro suelen ser más caros obviamente, pero aún así, más baratos para el bolsillo español. Si lo que te gusta es el sushi, Riga es tu ciudad y tu restaurante se llama Tokyo City. Por 8 lats ( unos 11€) te puedes comer una buena bandeja de sushi compuesta por 6 piezas a elegir más bebida y los camareros son muy amables.

Conclusión

Con una ciudad antigua y moderna al mismo tiempo, con una vida nocturna que a más de uno le sorprenderá, y sobre todo con gente tan amable, Riga y en general Letonia, se queda con el corazón del visitante quedándose uno con ganas de más. Si tienes dudas, no las tengas, Riga es una ciudad que hay que visitar si o si antes de pasar a mejor vida.