
Si algo es especial en Burgos es su Catedral, por la misma y sus aledaños han pasado infinidad de personas toda condición, desde Reyes y Cardenales, hasta peregrinos y labriegos. La Catedral de Burgos es su imagen, tanto a nivel de ciudad como de comarca. La Catedral de Burgos es la joya del gótico europeo, su figura ha sido difundida universalmente, en 1984 la Catedral de Burgos fue declarada Patrimonio de la Humanidad, es el único Templo en su estilo que ostenta ese rango de forma individual. Solo mirad su esbelta estampa se puede advertir su mestizaje de formas cuyas influencias pasan de ser francesas a alemanas o flamencas, debido a la nacionalidad de sus diversos constructores.
La primera piedra de este singular Templo, se colocó en 1221, bajo el reinado de Fernando III El Santo, los primeros maestros de la catedral de Burgos constructores fueron Don Jo-han de Champaña, Jo han Pérez, Aparicio Pérez, Pedro Sánchez de Molina y Martín Fernández. La Catedral de Burgos fue consagrada en 1260, aunque las obras fueron prolongadas hasta el Siglo XVI. El templo consta de cuatro entradas, la Puerta Real, en la plaza de Santa María, la cual esta custodiada por sus dos torres de más de 80 metros, sobre la ojiva de su rosetón podemos apreciar a los Reyes de Castilla, las Puertas del Semental, en la que podremos apreciar a Cristo su Majestad con sus doce apóstoles, la Puerta de la Pellejería, con motivos de la Virgen y de los mártires Santos Juanes, y la Puerta de la Coronería, en la cual el Juicio Final nos contempla.
A Rodrigo del Haya y su hermano Martín, se les debe el retablo mayor, construido en 1580, con la imagen de santa María la Mayor. El coro catedralicio ubicado en mitad de la nave, muestra una gran sillería datada en el Siglo XVI. Ya en la parte central encontraremos la estatua del Obispo Mauricio, en madera tallada, chapada en cobre con pedrería. Las obras de arte emplazadas en las distintas capillas, hacen que el visitante de la Catedral de Burgos permanezca absorto, sobre todo al visitar la Capilla del Condestable. Solo la Catedral de Burgos merece un viaje, será inolvidable.