
Cuando hablamos de castillos irlandeses nos vienen a la memoria grandes castillos aislados con grandes torres y a las afueras de las ciudades. Pero hay uno que destaca por justamente la evolución que lleva a cabo. Se trata del castillo de Kilkenny. En la misma ciudad que lleva su nombre se alza este castillo construido hacia el 1390 por la familia Butler, que domino no sólo el castillo sino toda la ciudad durante más de 500 años y como es normal, dejó su huella en toda la ciudad. Pero a nosotros lo que nos interesa realmente es el castillo de Kilkenny, que lejos de ser el típico castillo irlandés es una evolución de su castillo primitivo.
La ciudad de Kilkenny fue la capital oficiosa de Irlanda durante mucho tiempo, de los nombres anglonormandos de la ciudad confirió a toda la zona una gran importancia. Fue aquí donde se aprobó los llamados estatutos de Kilkenny, que tenía por objetivo impedir que la aristocracia anglo-anglonormanda pudiera asimilarse a la cultura y lengua irlandesa. Aunque estuvieron vigentes durante más de 200 años, la verdad es que nunca llegaron a aplicarse de forma rigurosa ni tampoco a conseguir su objetivo, ya que la cultura anglonormanda se acabó integrando dentro de la irlandesa con toda normalidad a pesar de las trabas. En 1640 Kilkenny apoyó a los monárquicos católicos en la guerra civil inglesa, lo que provocó el sitio de la ciudad a manos de las tropas de Cromwell, la destrucción de gran parte de la muralla y el fin de la influencia de la ciudad en la política irlandesa.
Cosas que no sabes sobre Kilkenny
Es así como vamos a ver un castillo urbano, o sea, dentro de la ciudad que lleva su nombre y que tiene anexo un gran parque a su alrededor, el llamado castillo-jardín en la época. Te va a sorprender, sobretodo si vienes pensando en los típicos castillos europeos continentales. La historia es simple, evolucionó de una simple posición defensiva o de control del territorio a una mansión, donde el esplendor de los jardines del castillo y del propio edificio recordaban a los habitantes del lugar la importancia de la familia y el control que podían ejercer sobre sus vidas.
Hoy en día el castillo de Kilkenny es visitable pero ante todo lo que vale la pena es la gran explanada verde que tiene delante de él. Muchas familias se divierten y pasan el rato en estos jardines victorianos, y los visitantes no paran de hacer fotos ya que la visión es más bien impresionante. Además, también se conservan los jardines franceses clásicos al otro lado del castillo que sorprenden a los visitantes si es la primera entrada que utilizas para acceder a su interior..
Pero hay más que la simple visita al castillo de Kilkenny. Una pequeña visita a través de las calles de la zona antigua de la ciudad, por ejemplo la calle Mayor puede llamarte mucho la atención: diferentes edificios, algunos de ellos de estilo Tudor, te llamarán la atención de nuevo, como los estrechos callejones que son el patrimonio medieval de la ciudad, y que los encontrarás en un estado más que admirable.