
La región de Connemara se encuentra en la costa oeste de Irlanda, en la zona más occidental del condado de Galway. Inhóspita por sus montañas salvajes y acogedora por el carácter de la gente, nos evoca a aquella Irlanda que bebe de sus tradiciones más antiguas, llamada a conserva su identidad y sus rasgos más auténticos. Tiene diferentes lugares de interés, todos ellos muy auténticos. Es una de las zonas más rurales de toda Irlanda, y además, de las que tiene mayor belleza. Cualquier visitante de esta zona podrá disfrutar de sus montañas y paisajes inhóspitos, cosa que no se puede decir de toda la isla.
Las costas de Connemara no temen ni el viento ni a las olas del Atlántico, ya que el paisaje se ha acostumbrado y los ha hecho suyos. Estos dos elementos son uno de los símbolos de identidad de la región, igual que sus serenas playas. Las islas y el verde de las montañas son uno de los elementos comunes y habituales de toda la zona. Sí a veces Irlanda es conocida como la isla esmeralda, ya que la isla se convierte cada primavera en tierra de color malva por las pequeñas flores lilas que cubren sus campos. Esta tierra indómita no conoce ningún otro entorno que el de la naturaleza más auténtica, un motivo de orgullo para los habitantes del condado de Galway.
Algunas cosas que debes conocer sobre Connemara
Twelve Bens y Maumturks son las principales cadenas montañosas de un paraje que tiene cerca de 3000 hectáreas declaradas como parque nacional. Sus mejores rincones se pueden recorrer a pie o en ponis (la raza autóctona de Connemara está considerada una de las más prestigiosas del mundo). En la Riba Norte del lago Pollacappul, la Abadía de Kylemore emerge entre las verdes montañas. En sus orígenes fue uno de los castillos victorianos más románticos de Irlanda y que también acogió una escuela femenina regentada por monjas benedictinas, además de ser uno de los lugares más solicitados por los turistas, siendo por tanto uno de los puntos de la isla más visitados cada año por los turistas forasteros.
La identidad de Connemara se refuerza con su carácter de gaeltacht, el termino que se aplica a las regiones que aún hablan gaélico con normalidad, la lengua gaélica más antigua. Se puede escuchar de tanto en tanto en los típicos pubs, siempre alrededor de las imprescindibles Guinness.
Uno de los principales puntos de interés son las islas Aran. Inis Mór, Inis Meáin y Inis Oirr forman el archipiélago de las islas Aran, accesibles en ferry desde la bahía de Galway. En isla más grande, hay situada una fortaleza llamada Dún Aonghasa, un sorprendente emplazamiento arqueológico que cuelga sobre el mar desde un acantilado. El terreno está cubierto de murallas de piedra de una altura nada despreciable, formado por miles de piedras en forma de semicírculo. Aún no se sabe exactamente cuándo ni por qué fueron construidas.
La naturaleza de Connemara presenta una amplia paleta de colores, incluido el blanco de la nieve en el invierno. Los caballos salvajes son alguno de los animales que habitan la parte más occidental del condado de Galway. Si lo tuyo es el mar, no dejes de acercarte al castillo de Dunguaire, con unas vistas privilegiadas de la bahía de Galway y Kinvara.
Otros lugares de interés en Connemara
Además de estos elementos, hay otros lugares de interés en la zona: El fiordo de Killary, el único de Irlanda; l’Abadia de Dogs, con magníficas playas de arena dorada, y cada mes de julio el Festival de las Artes de Galway, reconocido en su género de toda Irlanda. Tampoco puedes dejar de visitar la Kylemore Abbey o incluso acercarte al pueblecito de Cong, donde se rodó la mítica película de El Hombre Tranquilo.
Otra de las actividades que se pueden hacer en toda esta zona es ir en coche, las carreteras y caminos son sorprendentes, se pueden hacer algunos de los caminos más bonitos y más espectaculares de toda Irlanda. Aunque la necesidad de vehículo propio es un handicap a tener en cuenta, sí que es cierto que valen mucho la pena todos los paisajes y la grandiosidad de las montañas que vamos a poder observar. Las carreteras, en contra de lo que se puede llegar a pensar, no son tan malas como parece, si sabemos ir sorteando a las ovejas, otros animales que nos vamos a encontrar por ellas y el factor de conducir por la izquierda.