
Las ciudades del mundo están en auge y su crecimiento está cambiando la faz del planeta. Alrededor de 77 millones de personas se están moviendo desde las zonas rurales a las zonas urbanas cada año. En el último informe de la ONU las ciudades del mundo que están de los números para considerarlas «megaciudades» – aquellas con más de 10 millones de personas – se han más que duplicado en los últimos dos decenios, desde 14 en 1995 a 29 en el 2016.
Y mientras el mundo desarrollado fue una vez el hogar de las ciudades más grandes, este mapa muestra que ahora es el mundo en desarrollo el que está a la cabeza.
Borrando las fronteras
A partir de 1995-2015, la población urbana de Asia aumentó en un promedio de 2,78% cada año. No sólo son personas que se desplazan a las zonas urbanas, pero las áreas rurales son cada vez más urbanas también. Chengdu es una ciudad china que mejor lo representa. Bastante lejos de otras ciudades importantes, sus áreas rurales circundantes – como Chongzhou y Deyang – están siendo urbanizadas para ayudar a aliviar las presiones de la migración urbana.
Las grandes ciudades son más productivas – cuanto mayor sea la población, mayor es el PIB por persona. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), si las áreas urbanas de Chengdu se agrupan en «zonas urbanas funcionales», en general la población urbana de la ciudad suma un asombroso 11,3 millones.
Cuanto más grande, mejor
La relación entre el tamaño de la ciudad y la productividad puede verse mejor en otra ciudad china: Shenzhen. Poco más que un pueblo de pescadores en 1970, la urbanización y la inversión extranjera la transformaron en la principal megaciudad que es hoy. Su crecimiento ha sido asombroso. En los cinco años a partir de 1995 la población de la ciudad aumentó en 4,16 millones – el equivalente a toda la población de Kuwait.
Y no se trata sólo de la población que ha aumentado. Shenzhen logró reclamar el primer puesto en la lista anual de China de las ciudades competitivas, superando a Hong Kong y Shanghai. Como informa Forbes, su nivel de urbanización se hizo «para el negocio de China» – y la personificación del éxito urbano.
La correlación entre el nivel de urbanización de una ciudad y el porcentaje de su población que vive en la pobreza. Imagen también es un elemento a tener en cuenta. La ONU dice que la urbanización ha ayudado a millones de personas a escapar de la pobreza mediante el aumento de la productividad, las oportunidades de empleo, mejorar la calidad de vida y la inversión a gran escala en infraestructuras.
Sin embargo, el informe destaca que la planificación urbana es «fundamental para lograr un entorno urbano sostenible», y que el sistema actual para hacer esto es «obsoleto» – a menudo con exclusión de las mujeres y apoyo vecinal en el proceso de planificación.
Hacerlo bien
La ONU reconoce que la gestión de grandes entornos urbanos es difícil y que si la migración urbana a gran escala no se prevé, o al menos controla, puede tener graves consecuencias. Al parecer cuestiones triviales pueden tener un impacto significativo. A primera vista, por ejemplo, un tema como los tiempos de traslado más altas no parece ser el problema más acuciante, pero está incluido en el informe de la ONU, ya que puede poner en peligro la eficacia profesional de un área urbana, además de aumentar su huella de carbono.
Entonces, ¿cómo hacer ciudades que compensen esta amplia gama de dificultades? La ONU responde a esto con un plan maestro llamado ‘Nueva Agenda Urbana’.
Los cinco principios rectores para esto son los derechos humanos, la democracia, la economía, la educación y el medio ambiente.
Con un enfoque en éstos, las ciudades pueden maximizar su potencial y darse cuenta de lo que la ONU llama «su fuerza transformadora«.
El informe de las ciudades del mundo 2016 de la ONU también discute la escasez de vivienda, el medio ambiente, la legislación de la ciudad, y la innovación. La versión completa del informe se puede encontrar aquí.