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The Flatiron Building: ¿el primer rascacielos de Nueva York?

El famoso y conocido rascacielos, Flatiron Building, era originalmente una estructura de acero de tres niveles conocida como Fuller Building. Cuando fue diseñado por el arquitecto Louis Sullivan, era una de las estructuras de acero más innovadoras y avanzadas jamás construidas. Es uno de los pocos edificios que han sido incluidos en el Registro Nacional de Lugares Históricos y es el edificio más alto del hemisferio occidental. Hoy en día, la oficina principal y el almacén de la empresa se encuentran en el Lower East Side de la ciudad de Nueva York. Este artículo ofrece una visión de la fascinante historia de este emblemático edificio emblemático.

El nombre Flatiron proviene del hierro utilizado para construir el exterior y la primera parte del edificio. El exterior tenía una rejilla de acero que hacía que la conexión de los edificios con el resto de su estructura fuera simple y rápida de erigir. Todo el edificio estaba compuesto por un solo eje que conectaba el techo, los parapetos y las columnas. Con una altura total de más de quinientos pies y un ancho de casi setecientos pies, fue diseñado como un solo esqueleto con columnas que irradian desde el centro. En el caso del esqueleto, fue el sistema de soporte horizontal el que resultó ser el más complejo de los diseños.

La construcción del edificio se inició en 1931 por un hombre llamado Richard Bunson. Acudió al proyecto sin experiencia previa en construcción o incluso en ingeniería. Sin embargo, debido a que tenía su sede en la ciudad de Nueva York y había realizado algunos proyectos pequeños allí anteriormente, sus experiencias y observaciones previas de los métodos de construcción lo ayudaron a diseñar el edificio. Sus planes para el esqueleto se basaron principalmente en un concepto de cochera, donde usaría columnas para conectar las diferentes secciones.

Una serie de problemas a lo largo del camino desaceleró el proceso de progreso y construcción. La primera gran dificultad fue la falta de acero en cantidades suficientes. Muchas de las vigas necesarias no estaban disponibles en absoluto. También se utilizó poco o ningún acero en la construcción del marco exterior, lo que finalmente lo inutilizó. El segundo problema importante consistió en encontrar suficientes trabajadores calificados para realizar las tareas necesarias para completar el edificio.

Sin embargo, finalmente se despejó el sitio y comenzó la construcción. El sitio había dos sistemas de grúa y una gran cantidad de mano de obra. Uno de los problemas que encontró el administrador del sitio fue el tamaño del edificio que requirió varios días completos para construir. Dado que el sitio estaba en un área urbana, los retrasos en el tráfico y las preocupaciones de seguridad ocuparon un lugar destacado en la lista de preocupaciones.

Una vez que la estructura estuvo en su lugar, los trabajadores quitaron el acero y colocaron láminas de vinilo. Este era un sistema nuevo para ellos y descubrieron que les costaba mucho esfuerzo hacerlo todo de manera oportuna. Para que el edificio sea lo más eficiente posible, se instaló aislamiento para mantener el calor del sol. Finalmente, los trabajadores le dieron los toques finales: pisos, yeso, alfombra y todo lo demás necesario para terminar el edificio.

Cuando estuvo terminado, The Flatiron Building era un hermoso y funcional espacio de oficinas. Cuando los trabajadores llegaron en su primer día, encontraron una oficina con cubículos y una mesa de conferencias. A los empleados se les entregó un mapa para ayudarlos a llegar al piso principal. Hoy, los empleados realizan todos sus negocios en esta misma oficina. Es una de las oficinas más modernas de la ciudad.